Arrancar la semana es una suerte de “ parto” entre el letargo
y la recreación.
Según el diccionario etimológico de Corominas , el día lunes
es la abreviación del latín dies lunae, o día de la Luna.
Hay una canción que habla de lo días lluviosos y los lunes
cuyos autores, Paul H. Williams / Roger S. Nichols. Dicen que
esos días los deprime.
Para evitar eso:
Levántese temprano y haga todo con calma.
Lávese la cara con mucha agua, despéjese y sonría.
Estire su cuerpo un poco ( no se acostumbre, porque volverá
corriendo a la cama).
Salga recargado de energía y recuerde, de soslayo que bien la
pasó el fin de semana.
Piense que esa maravillosa sensación retornará en siete días.
Diríjase a su lugar de trabajo, su oficina, su cubículo, su
consultorio , y /o su cátedra con la mejor de sus energías positivas.
Prenda el celular sólo cuando llegó a destino.
No discuta con el tráfico, disfrute del viaje.
Llegue a su trabajo y agredezca de poder conservarlo.
Comparta emociones con sus compañeros.
Sea solidario y compasivo.
Al terminar la jornada, agradezca (sea cual fuera su forma).
Retorne al hogar y bese a los suyos.
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